La gente logró disfrutar una misa con el Papa Francisco en el Tokio Dom, El cual se llenó y hasta pareciese que no quedó un solo asiento desocupado. Un papá muy alegre y muy amigable con los niños pequeños. El recibió muchas sonrisas por parte de la gente que lo fue a ver y escuchar su misa. Una misa donde le pidió a la gente que tenga más compasión con las demás.